Cuando el fútbol comenzó a hacerse conocido, hace mucho tiempo, gracias a los británicos, quienes fueron los "creadores" e impulsores de este deporte, se decía: "Donde hay un ingles, hay fútbol". Hoy, muchos años después, los argentinos, fieles discípulos del fútbol, podemos decir que "donde hay equipo campeón, hay un argentino". Digo esto porque desde hace varios años, los argentinos que se encuentran repartidos en todo el planeta, cosechando títulos años tras años, aumentando el nivel y prestigio de nuestro fútbol, y así seguirá siendo, seguramente, mientras se juegue a este deporte.
Hago esta introducción, ya que las banderas Argentinas y el "dale campeón", bien criollo, volvieron a dar dos nuevas vueltas olímpicas. Por un lado, Diego Milito, Walter Samuel, Javier Zanetti y Esteban Cambiasso, y por otro Gabriel Heinze y Lucho González, en Italia y en Francia, respectivamente. Uno campeón de la Copa Italia, el Inter, el primero de los trestitulos que pueden lograr en esta temporada, nada menos, que la Liga y la Champions. Los otros dos, campeones de Francia, cuando todavía quedan dos fechas por jugarse.
Ya en la final de la Champions, donde espera el Bayern Munich, y líder en la Liga italiana, el Neroazzurro hoy consiguió su primer éxito grande de la temporada al levantar la Copa Italia. Y con Diego Milito como artista exclusivo una vez más, autor del único gol en el triunfo 1-0 sobre Roma, en una emocionante final disputada en el Olímpico.
En Francia, después de mucho esperar y luchar, el equipo de los argentinos, el Olympique de Marsella, se dio el gusto de consagrarse campeón.
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