
Martín Pace 17/01/2009
Desde aquel 2 de enero del 2009 cuando los argentinos se vieron invadidos por “gladiadores motorizados” de todos los países en pequeñas y grandes maquinas de Rally, y aunque mucho no entendíamos, todos empezamos a hablar del fascinante Dakar, ese que hasta hace un año atrás se veía muy lejos ya que se corría en tierras africanas y europeas, hoy es real, y llego a su fin e hizo delirar a todos los argentinos desde la largada en Saladillo (Buenos Aires) has
ta la llegada a Carcaraña (Santa Fe), pasando por maravillosos lugares desde pueblos perdidos como Ingeniero Jacobacci, hasta las dunas mas difíciles en el desierto de Atacama (Chile), juntando los dos océanos, el Atlántico en Puerto Madrin y el Pacifico en La Serena, lugares con mucho calor como La Rioja, también pasando por Córdoba, la Capital del Rally en Argentina, entre otros hermosos paisajes.

Fueron 15 días de competencia muy duros donde ocurrió de todo, desde la muerte en la segunda etapa (Santa Ros
a – Puerto Madrin) del piloto de moto francés Pascal Terry, momentos donde hubieron mas de 80 vehículos perdidos, el vuelco y abandono impensado faltando dos etapas del español Carlos Sainz (iba primero en la Gral), el vuelco del argentino Orly Terranova que lo dejo fuera de carrera, otro como cuando Marc Coma se quedo sin aceite y un joven espectador le soluciono el problema para que pueda continuar y ganar el Dakar, hasta la alegría de todos los argentinos de ver a Marcos Patronelli en el podio, quien merece un párrafo aparte. Eso que era tan desconocido, Hizo que hoy todos seamos especialistas en esta competencia, todos hablamos del Dakar y casi todos tuvimos la posibilidad de tener esas maquinas cerca. La gran organización demostró que Argentina esta a la altura de un evento tan importante a nivel mundial, al cual siguieron mas de dos millones de personas y gracias a la responsabilidad, seguridad y seriedad que demostraron los organizadores se piensa en que el Dakar vuelva aquí en 2010.


Y si de “Gladiadores motorizados” hablamos, este piloto es un gladiador arriba y abajo de la moto, porque el marplatense Andrés Junco, quien termino 59 en motos (mejor argentino en esa categoría) demostró que todo se puede, ya que 70 días antes de comenzar el Dakar se entero que tenia leucemia, y con mucha fuerza largo y llegó para dar un ejemplo de vida. “El Dakar se encontró con Argentina y Argentina con el Dakar, la gente tenia esta pasión guardada, creo que el Dakar se queda para siempre acá, es increíble” dijo en la llegada luego de un abrazo emocionante con su padre y sin querer salir de la “burbuja". Un luchador que gano su propio Dakar.

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